En el año 2016, el Consejo Regulador del Tequila, junto con el Centro Mario Molina, desarrollaron la Estrategia de Sustentabilidad para la Cadena Productiva Agave-Tequila.
La estrategia establece acciones concretas para que en 2030:
Cada litro de Tequila reduzca en -25% las emisiones de CO2.
Aumente en + 12% laenergía de origen renovable.
Que del total de agua utilizada para elaborar Tequila, el 80% sea tratada.
En solo 6 años, de 2014 a 2020, la huella de carbono del Tequila se redujo en 6.2%.
Se han invertido más de 100 millones de dólares en proyectos orientados a reducir el impacto ambiental de la producción de Tequila. Entre los cuales se encuentra:
Plantas de tratamiento de vinazas (biorreactores)
Caldera de biomasa
Celdas solares
Sustitución de combustóleo por gas natural
Descarbonización de la industria
Tratamiento de residuos
En 2023, arrancó el Consorcio de Investigación por la Sustentabilidad del Agave-Tequila, el cual tiene como objetivo coordinar las investigaciones que universidades, centros de investigación y centros de innovación han realizado en torno al Tequila, para impulsar prácticas e innovaciones sostenibles.
Otra acción clave es la elección del CRT como representante de la Junta de Asociaciones de la Alianza Empresarial por el Clima de Jalisco.
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Agaves sustentables
Para frenar la pérdida de bosques y biodiversidad, gobiernos, industria y universidades han trabajado de la mano para asegurar la sostenibilidad del Tequila.
Desde el año 2016, el Consejo Regulador del Tequila, junto con el Centro Mario Molina, desarrollaron la Estrategia de Sustentabilidad para la Cadena Productiva Agave-Tequila.
A lo largo de la historia, miles de campesinas mexicanas han encontrado en el cultivo y cosecha del Agave Azul una forma de salir adelante y de darle el sustento a su familia.
Toda la cadena de producción, comercialización y exportación del Tequila genera al menos 70 mil empleos directos, que tiene un impacto en el desarrollo y bienestar de cientos de comunidades locales.